La misa católica es la celebración de la Sagrada Eucaristía, que es “la fuente y la cumbre de nuestra vida cristiana” (Lumen Gentium, 11). En la última cena Jesús instituyó la Eucaristía. Él transformó el pan y el vino en su Cuerpo y Sangre como una ofrenda de salvación para todos.
Siguiendo su mandato de “hacer esto en memoria de mí”, celebramos la liturgia eucarística y nos unimos a Cristo.